PELÍCULA BÁRBARO: Una joven que viaja a Detroit para una entrevista de trabajo reserva alojamiento en la ciudad, pero cuando llega de noche tarde, descubre que la casa fue reservada a dos personas simultáneamente y hay un extraño parando en la vivienda. En contra de lo que le aconseja su propio sentido común, decide pasar allí la noche, y pronto descubre que hay mucho más que temer que la presencia de un huésped inesperado.
De 20th Century Studios y New Regency, la película BÁRBARO está protagonizada por Georgina Campbell, Bill Skarsgård, Justin Long, Matthew Patrick Davis, Richard Brake, Kurt Braunohler y Jaymes Butler. La película fue escrita y dirigida por Zach Cregger. Los productores son Arnon Milchan, Roy Lee, Raphael Margules y J.D. Lifshitz. Yariv Milchan, Michael Schaefer, Natalie Lehmann, Danny Chan, Alex Lebovici y Bill Skarsgård son los productores ejecutivos.
BÁRBARO es una película de terror con una premisa ingeniosa y al mismo tiempo algo con lo que nos podemos identificar, especialmente en una época en la que la gente está dejando de usar los hospedajes tradicionales, como los hoteles o los moteles, y reserva lugares para estadías cortas a través de servicios como Airbnb, HomeAway, Vrbo, etc. Pero, al igual que el personaje de Janet Leigh en Psicosis, uno nunca sabe qué le espera cuando va a pasar la noche en un lugar nuevo. Y se encuentra especialmente vulnerable al llegar de noche tarde cuando hay un congreso en la ciudad, lo que hace imposible encontrar alternativa si el alojamiento no llegara a ser de nuestro agrado.
La película BÁRBARO es el debut del actor Zach Cregger (The Whitest Kids U’Know y The Civil War on Drugs) como director de cine.
Para la película, Cregger se inspiró en un libro de no ficción escrito por Gavin de Becker, un asesor de seguridad. En el libro, el autor aconseja a las mujeres escuchar esa voz interna que les permite identificar en las interacciones con hombres esas “señales de alarma” que la sociedad las ha alentado a no escuchar.
Cregger lo explica así: “Esas señales de alarma muchas veces son benignas, cosas como un hombre que te hace un favor que no le pediste, o que te habla de sexualidad en una conversación que no venía al caso, o cuando hay contacto físico no deseado, aunque no sea sexual. Todas esas cosas con las que las mujeres tienen que tener cuidado, cosas con las que yo, como hombre, nunca tuve que tener en cuenta porque no vivo en ese paisaje psíquico en el que la mitad de la población podría estar mirándome como presa. Eso me hizo dar cuenta de lo diferentes que son las experiencias de ser hombre y ser mujer en el mundo moderno”.
El libro le dio a Cregger la idea de escribir una escena para una mujer que estuviera cargada con todas las “señales de alarma” que se le pudieran ocurrir. Pensó en una casa de alquiler reservada a dos personas simultáneamente en donde la mujer tiene que pasar una noche llena de pequeñas señales de alarma. Luego expandió esa idea a un guion de una película de terror.
Dice Cregger: “Tengo un amor profundo por el terror. Siempre lo tuve. Soy un gran fan del género, así que fue fácil para mí nutrirme de todas las películas de terror que había visto en mi vida”.
Irónicamente, la trayectoria de Cregger era dentro del género de comedia.
Y él lo explica así: “Mi primer trabajo en el mundo del espectáculo fue como guionista y director en un programa de sketches que tuvo cinco temporadas. Así que allí puse a trabajar mis músculos de comedia, por así decir. Y creo que en el género de terror, se usan los mismos músculos, ya que tanto en la comedia como en el terror, se trata de estar un paso más adelante del público y hacer una cosa cuando se espera otra, y la anatomía de un chiste no es muy diferente a la anatomía de un susto. Las dos tienen que ver con el timing y el tono, de modo que me vino bien haber tenido esa gimnasia cuando incurrí en el género de terror”.
Igualmente, Cregger logró encontrar maneras de introducir humor en el guion.
Pero admite: “No fue una decisión consciente. Es que, como guionista, tengo un ritmo natural que creo que se presta a la comedia. Así que decidí aceptarlo y aprovecharlo. No quería que fuera principalmente una comedia, antes que nada es una película de terror, pero creo que es muy refrescante cuando, después de asustarse, uno se puede reír, y quiero que el público se ría en algunas partes de la película”.
Cuando estuvo terminado el guion, Cregger lo envió a muchos lugares que lo rechazaron. Justo cuando estaba por darse por vencido y concentrarse en otro proyecto, lo contactaron dos jóvenes productores que dirigían una empresa llamada BoulderLight, Raphael Margules y J.D. Lifshitz, a quienes les entusiasmó el guion y ofrecieron producir la película. Le llevaron el proyecto a Roy Lee, de Vertigo Entertainment, que produjo películas tales como Los infiltrados, La llamada, It (Eso), El grito y La gran aventura Lego, a quien también le encantó el guion y se asoció con ellos en la producción.
Cregger describe así su experiencia al recibir la buena noticia de Lee: “¿Viste ese llamado telefónico que esperas recibir algún día? Bueno, yo lo recibí. Y cuando Roy se sumó al proyecto, el tren partió de la estación muy rápido y las cosas comenzaron a moverse en serio. Así que uno nunca sabe. Son las nueve de la mañana, estoy en la cama en calzoncillos jugando videojuegos, suena el teléfono y casi no lo atiendo, y bum, te cambia la vida. Fue genial.”
Los productores encontraron financiamiento independiente y el financista tenía relación con un productor de línea de Bulgaria que le aseguró que podía hacer que la película se hiciera allá con un presupuesto acordado. Pero cuando el director y guionista estaba por ir a Bulgaria, recibió un llamado telefónico.
Cregger recuerda: “En la fiesta de despedida con mis amigos, recibí una llamada en la que me informaban la trágica noticia de que nuestro financista había fallecido. Esto era un viernes y, antes de que se disolviera nuestro equipo búlgaro, les pedimos el fin de semana para tratar de encontrar financiación alternativa. Roy llevó el guion a New Regency y les dijo: «Necesito que lean esto esta mañana y, si les gusta, hagan una entrevista por Zoom con el director esta misma tarde. Necesito una respuesta hoy»”.
El equipo de New Regency lo leyó, les gustó y, después de la reunión por Zoom, le dijeron a Cregger: “Hagámosla”.
Dice Cregger: “Fue una de esas cosas milagrosas que pasan, nos salvamos por un pelito cuando la buena gente de New Regency vino y nos rescató del desastre”. New Regency no solo financió la película sino que se incorporó al proceso creativo y estuvo presente en el plató todos los días con el equipo de realización en Bulgaria.
Cregger describe la película como “Una montaña rusa diseñada para ser vista en el cine. Si vas al cine, vas a gritar, te vas a reír, lo vas a pasar bomba. No digo que no se pueda pasarla bien viéndola en casa, pero uno prefiere experimentar una montaña rusa en un parque de diversiones, no con un casco de realidad virtual. Esa es la diferencia”.
Y continúa diciendo: “La idea es que sea una gran experiencia de medianoche en el cine, en la que uno grita, se agarra de la persona que tiene al lado y luego se ríe. Mis experiencias favoritas con películas de terror fueron siempre en el cine, y siempre estoy como en una montaña rusa. Y ese es el objetivo. Hay algunos temas sociales que se exploran un poco en la película y la gente puede llegar a salir pensando en eso y debatiendo sobre el tema. Genial. Por mí, estupendo. Pero ese no es el objetivo de la película. No quiero que esta película se la crea demasiado. No estoy tratando de ser didáctico. Quiero que la gente se divierta en grande. Así que espero que sea una montaña rusa. Yo creo que lo es”.
UN ELENCO DE PRIMERA
Los realizadores reunieron un elenco de primera clase para BÁRBARO. Para el papel de Tess, la desafortunada pero decidida protagonista, eligieron a Georgina Campbell, una actriz muy conocida por sus papeles en series tales como Broadchurch, Krypton, Black Mirror y La sospecha.
Dice Cregger: “Georgina fue realmente un regalo del cielo. Es una actriz muy talentosa y tiene una empatía profunda que sirve dos propósitos. Por un lado, te hace creer que puede ser muy empática con los personajes con los que comparte la pantalla y por el otro, le permite al público meterse en su interior. Es la actriz ideal para nuestra experiencia. Es extraordinariamente natural, no puede evitar ser natural. La vi en Black Mirror y supe que era ella, que tenía que conseguirla. Y realmente la perseguí”.
Para el papel de Keith, que es quien está parando en la vivienda de alquiler que Tess reservó, eligieron a Bill Skarsgård, el actor nacido en Suecia que creó el personaje de Pennywise en las películas It (Eso) e It: Capítulo dos, basadas en la novela de Stephen King, y que protagonizó películas y series tales como Hemlock Grove, Divergente la serie: Leal, Deadpool 2 y Castle Rock.
De Skarsgård, Cregger dice: “Bill era ideal para el papel porque tiene una belleza especial. Es un tipo extremadamente apuesto que, al mismo tiempo, tiene algo intangible que desconcierta. Estaba buscando a alguien que pudiera traer a la película una energía tipo Anthony Perkins, en el sentido de que sea un personaje que te cae bien, que es atractivo, pero que al mismo tiempo no puedes evitar sentir que está ocultando algo. Bill además, obviamente, tiene una historia importante con los fans del género por su papel de Pennywise, de modo que el público ya está como preparado para tenerle miedo apenas aparece en pantalla. Así que era absolutamente perfecto. Además es un gran actor, y le aportó al papel todo lo que necesitábamos. Me alegró mucho tenerlo”.
El papel de AJ, el dueño de la casa que se alquila, está interpretado por Justin Long, que probablemente sea más conocido por los fans del género de terror por uno de sus primeros papeles, en la película de 2001 Jeepers creepers: El terror existe. Luego tuvo papeles protagónicos en películas y series tales como Duro de matar 4.0, Unsupervised, New Girl, Skylanders Academy y Deber/Vergüenza, de 2019.
Cregger recuerda: “Cuando concebí el papel de AJ, estaba pensando en contratar a algún actor de Hollywood, alguien como Zac Efron, con buenos bíceps, una buena quijada, un buen corte de pelo, en definitiva, un joven apuesto, porque esa es como la versión más fácil del personaje. Luego, a medida que ahondaba en el personaje, me fui dando cuenta de que la mejor versión sería Tom Hanks. Es decir, alguien que parece muy agradable, encantador, simpático. Y entonces pensé, «¿quién podría ser un Tom Hanks de esta edad?» Y me dije inmediatamente: «Justin Long. Vamos con él». Creo que es fantástico. Es muy gracioso. Es perfecto. Espero poder volver a trabajar con él. Lo adoro”.
Cregger interpreta dos personajes en la película: la voz del gerente de AJ en el teléfono, cuando AJ está conduciendo el auto, y el mejor amigo de AJ en Detroit, en una escena en un bar.
SOBRE LA PRODUCCIÓN
El equipo técnico de Cregger incluyó al director de fotografía Zach Kuperstein, a Rossitsa Bakeva en diseño de producción, a Joe Murphy en montaje, a Kiril Naumov en diseño de vestuario y a la compositora Anna Drubich.
Dice Cregger: “Tuve un director de fotografía extraordinario que fue muy paciente e ingenioso con un director como yo, que hacía su primera película, y realmente me dio el espacio para tener malas ideas y encontrar buenas ideas dentro de mis malas ideas. Así que Zach Kuperstein será para siempre un héroe para mí. Del mismo modo, Joe Murphy fue capaz de articular algunas escenas que no estaban bien logradas. Hubo escenas que filmé para esta película que no funcionaban, y Joe, mi montajista, fue capaz de salvarlas y convertirlas en momentos muy efectivos a los que no hubiera llegado por mis propios medios. Anna Drubich, mi extraordinaria compositora, y Rossi, en la dirección artística. O sea, todas estas personas dieron todo de sí para esta película. Mi premisa principal fue: «Esta es una película para arriesgarse a lo loco, no vayan sobre seguro. Prefiero escuchar cinco ideas malas que una segura. Así que pongamos todo sobre el tapete y veamos qué podemos hacer». Y todos se pusieron en ese modo creativo, y creo que la película se benefició mucho con eso. La verdad es que aprecio enormemente todo su trabajo”.
El equipo de realización tenía el considerable desafío de filmar en Bulgaria una película ambientada en un barrio específico de Detroit. Estuvieron limitados a dos días de rodaje en Detroit, en donde pudieron filmar unas escenas de exteriores, pero tuvieron que reproducir en Bulgaria la calle en donde transcurre la historia, porque no hay una calle como esa en Bulgaria.
Dice el guionista y director: “Tuve mucha suerte porque Rossi, a cargo del diseño de plató, e Ivan Doykov y Elitsa Dimitrova, directores artísticos y productores de línea, fueron excelentes en su trabajo. Su extraordinaria habilidad y su gran ingenio permitieron que, con un presupuesto muy bajo, se pudiera construir el plató desde cero. Construyeron trece fachadas que constituyeron la calle en donde transcurre la película, y las construyeron de manera tal que se vieran ruinosas, y luego prístinas e inmaculadas para una escena retrospectiva de los años ochenta. No puedo creer lo bien que enfrentaron ese desafío y lo que lograron. Hacerlo en Detroit, aunque hubiera tenido el doble de presupuesto, hubiera sido imposible, porque no hubiera habido forma de restaurar toda una calle de Detroit, pero gracias al talento y el trabajo arduo del equipo búlgaro, pudimos lograrlo. Les estoy eternamente agradecido”.