Licorice Pizza es la historia de Alana Kane y Gary Valentine creciendo, dando vueltas y enamorándose en el Valle de San Fernando, 1973. Escrita y dirigida por Paul Thomas Anderson (Boogie Nights: juegos de placer, Magnolia, El hilo fantasma), Licorice Pizza sigue la traicionera travesía del primer amor.
Criados en el Valle de San Fernando, Alana Kane (interpretada por Alana Haim) y Gary Valentine (Cooper Hoffman) nunca se han conocido antes del día de la toma de fotografías en el instituto de Gary. Alana ya no es una estudiante, sino una joven que busca encontrarse y definirse a sí misma más allá de su poco estimulante trabajo como ayudante de fotógrafo.
Gary ya se ha consolidado como actor, y se apresura a decírselo a Alana en un intento de impresionarla. A ella le divierte y le intriga su confianza sobrenatural y entablan una relación sincera, aunque torpe. Para reforzar su relación con Alana, Gary le ofrece la oportunidad de ser su acompañante durante una aparición en la televisión de Nueva York.
La aparición en televisión no sale exactamente como estaba previsto y, una vez de vuelta en California, cada uno de ellos se cuestiona su futuro. Con el tiempo y a medida que crece su amistad, Gary busca oportunidades profesionales fuera de la actuación y se convierte en un empresario en ciernes que vende camas de agua y abre una sala de juegos de pinball; y Alana se plantea seriamente su futuro (incluyendo una incursión en la actuación).
Por su cuenta o codo con codo, tanto Gary como Alana experimentan una serie de epifanías que son a la vez hilarantes y agridulces: encuentros cercanos con un actor famoso (interpretado por Sean Penn), un productor de Hollywood (Bradley Cooper) y un político local (Benny Safdie).
Conocedores de sí mismos y con los cabos sueltos, Alana y Gary atraviesan un tiempo y un lugar que conlleva para ellos la emoción del primer amor, la entrada en la edad adulta y el descubrimiento de un nuevo potencial, quizás, sobre todo, en el otro.
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