SINOPSIS I’M NOT THERE: Ganadora del Premio Especial del Jurado en el Festival de Cine de Venecia, el largometraje I’m Not There recrea de forma ficticia la trayectoria de Bob Dylan. El reparto cuenta con las actuaciones de Heath Ledger, Christian Bale, Cate Blanchett, Richard Gere, Marcus Carl Franklin y Ben Whishaw, todos se turnan el papel de Dylan para mostrar su vida en diferentes etapas, especialmente durante la década de 1960, cuando el compositor ganó notoriedad y se convirtió en una de las voces más importantes del folk rock estadounidense.
Entre la música, la poesía y el activismo político, la producción impregna momentos clave de la biografía del homenajeado, como la relación con la cantante Joan Báez en la Marcha a Washington – escenario del discurso de la libertad de Martin Luther King – el encuentro con y su incursión en el séptimo arte para dirigir Renaldo and Clara (1978).
TRAILER I’M NOT THERE
Estamos ante una notable experimentación por parte del director Todd Haynes: se trata de una obra en la cual se analiza y se da rienda suelta a uno de los personajes más grandiosos y enigmáticos de la cultura popular, el enorme Bob Dylan. En esta cinta, el artista es dividido en 6 personajes diferentes que representan cada parte de su personalidad. La película viaja a través de los tiempos y la contracultura americana, representando con maestría los escenarios donde se movió el querido señor Zimmerman.

A mis ojos, la gran línea que une a todo el film es sin duda la música de Dylan que, siempre tan íntima y personal, crea un retrato perfecto que enlaza a los 6 rostros de la moneda para llegar a un único resultado final. Por cierto, no hay que pasar por alto los homanajes a Fellini 8 1/2 y a A Hard Day’s Night.
Por sobre todo me quedo con la fantástica actuación de Cate Blanchett como Jude Quinn, el atormentado cantante de rock que representa a Dylan en su etapa de «traición» a sus raíces folkys. Su cualidad andrógina y actitud de ácida rebeldía me enamora por completo.
El único posible defecto es que puede resultar insufrible ver, o más bien comprender, el film sin ser un fan de Bob Dylan. Como su seguidor no tengo problema en unir las piezas y los personajes que representan su vida entera, pero cualquiera que no sepa algo de él podría ver una peli sin dirección concreta.
Por lo demás es una correcta pieza de arte, con calidad visual y actuaciones memorables. Recomendable.